sábado, 2 de junio de 2012

ÁRBOL DE MAGÍA


Cuento.

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.
El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, tan-ta-ta-chán, supercalifragilisticoespialidoso y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: “¡¡por favor, arbolito!!”, y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: “sigue haciendo magia”. Entonces el niño dijo “¡¡Gracias, arbolito!!”, y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que “por favor” y “gracias”, son las palabras mágicas.

ACTIVIDADES.


COMO ES TAN IMPORTANTE DECIR "POR FAVOR" Y " GRACIAS" NOS GUSTARÍA QUE VIERAN EL VÍDEO QUE A CONTINUACIÓN  EL LINK LES MUESTRA PARA PODER COMPRENDER MÁS EL SIGNIFICADO DE ESTAS DOS MAGNIFICAS PALABRAS.


RECUERDA NUNCA TE OLVIDES DE UTILIZAR "POR FAVOR" Y "GRACIAS" Y VERAS COMO TODAS LAS PUESTAS SE ABREN, PARA PODER LOGRAR TUS OBJETIVOS!!

BELLA DURMIENTE

Cuento

Érase una vez, en un reino muy lejano, una reina que dio a luz una preciosa niña. Los reyes invitaron al bautizo a todas las hadas del reino pero, desgraciadamente, se olvidaron de invitar a la más malvada. A pesar de no haber sido invitada, el hada maligna se presentó en el palacio y, al pasar delante de la cuna de la pequeña, le arrojó un maleficio diciendo: " Al cumplir los dieciséis años te pincharás con un huso y morirás". Al oír eso, un hada buena que estaba cerca, pronunció un encantamiento a fin de mitigar la terrible condena: "Al pincharse en vez de morir, la muchacha permanecerá dormida durante cien años y solo el beso de un apuesto príncipe la despertará." Pasaron los años y la princesita se convirtió en una muchacha muy bella. El rey había ordenado que fuesen destruidos todos los husos del palacio con el fin de evitar que la princesa pudiera pincharse. Pero eso de nada sirvió. Al cumplir los dieciséis años, la princesa acudió a un lugar desconocido del palacio y allí se encontró con una vieja sorda que estaba hilando. La princesa le pidió que le dejara probar. Y ocurrió lo que el hada malvada había previsto: la princesa se pinchó con el huso y cayó dormida al suelo. Después de variadas tentativas nadie consiguió vencer el maleficio y la princesa fue tendida en una cama llena de flores. Pero el hada buena no se daba por vencida. Tuvo una brillante idea. Si la princesa iba a dormir durante cien años, todos los súbditos del reino dormirían con ella. Así, cuando la princesa despertarse nada habría cambiado. Y así lo hizo. La varita dorada del hada se alzó y trazó en el aire una espiral mágica. Al instante todos los habitantes del palacio se durmieron. En el reino todo había enmudecido. Nada se movía, ni el fuego ni el aire. Todos dormidos. Alrededor del palacio, empezó a crecer un extraño y frondoso bosque que fue ocultándolo totalmente del resto del mundo en el transcurso del tiempo. Pero al término del siglo, un príncipe, que estaba de caza por allí, llegó hasta sus alrededores. El animal herido, para salvarse de su perseguidor, no halló mejor escondite que la espesura de los zarzales que rodeaban el palacio. El príncipe descendió de su caballo y, con su espada, intentó abrirse camino. Avanzaba lentamente porque la vegetación era muy densa. Descorazonado, estaba a punto de retroceder cuando, al apartar una rama, vio el hermoso palacio. Siguió avanzando hasta llegar a él. El puente levadizo estaba bajado. Llevando al caballo sujeto por las riendas, entró, y cuando vio a todos los habitantes tendidos en las escaleras, en los pasillos, en el patio, pensó con horror que estaban muertos, Luego se tranquilizó al comprobar que solo estaban dormidos. "¡Despertad! ¡Despertad!", chilló una y otra vez, pero fue en vano. Cada vez más extrañado, se adentró en el palacio hasta llegar a la habitación donde dormía la princesa. Durante mucho rato contempló aquel rostro sereno, lleno de paz y belleza; sintió nacer en su corazón el amor que siempre había esperado en vano. Emocionado, se acercó a ella, tomó la mano de la muchacha y delicadamente la besó... Con aquel beso, de pronto la muchacha se desesperó y abrió los ojos, despertando del larguísimo sueño. Al ver frente a sí al príncipe, murmuró: ¡Por fin habéis llegado! no sabéis cuanto he soñado con este momento. El encantamiento se había roto. La princesa se levantó y tendió su mano al príncipe. En aquel momento todo el reino despertó. Todos se levantaron, mirándose sorprendidos y diciéndose qué era lo que había sucedido. Al darse cuenta, corrieron locos de alegría junto a la princesa, más hermosa y feliz que nunca. Al cabo de unos días, el palacio, hasta entonces inmerso en el silencio, se llenó de música y de alegres risas con motivo de la boda.


Actividades:

http://www.oyunlar1.com/juegos.php?flash=3365 Para que se tomen un recreo después de haber leído el cuento ahora un juego para disfruten vistiendo a Bella. Suerte.

PETER PAN


Cuento

En las afueras de la ciudad de Londres, vivían tres hermanos: Wendy, Juan, y Miguel. A Wendy, la mayor, le encantaba contar historias a sus hermanitos. Y casi siempre eran sobre las aventuras de Peter Pan, un amigo que de vez en cuando la visitaba.
Una noche, cuando estaban a punto de que se acostaren, una preciosa lucecita entró en la habitación. Y dando saltos de alegría, los niños gritaron: - ¡¡Es Peter Pan y Campanilla!! Después de los saludos, Campanilla echó polvitos mágicos en los tres hermanos y ellos empezaron a volar mientras Peter Pan les decía: - ¡Nos vamos al País de Nunca Jamás! Los cinco niños volaron, volaron, como las cometas por el cielo. Y cuando se encontraban cerca del País de Nunca Jamás, Peter les señaló: - Allí está el barco del temible Capitán Garfio. Y dijo a Campanilla:
- Por favor, Campanilla, lleva a mis amiguitos a un sitio más abrigado, mientras yo me libro de este pirata pesado.
Pero Campanilla se sentía celosa de las atenciones que Peter tenía para con Wendy. Así que llevó a los niños a la isla y mintió a los Niños Perdidos que Wendy era mala.
Creyendo-se en las palabras del hada, ellos empezaron a decir cosas desagradables a la niña. Menos mal Peter llegó a tiempo para repararles. Y les preguntó:
- ¿Porque tratan mal a mi amiga Wendy? Y ellos contestaron
- Es que Campanilla nos dijo que ella era mala.
Peter Pan se quedó muy enfadado con Campanilla y le pidió explicaciones. Campanilla, colorada y arrepentida, pidió perdón a Peter y a sus amigos por lo que hizo. Pero la aventura en el País de Nunca Jamás solo acababa de empezar.
Peter llevó a sus amiguitos a visitaren la aldea de los indios Sioux. Allí, encontraron al gran jefe muy triste y preocupado. Y después de que Peter Pan le preguntara sobre lo sucedido, el gran jefe le dijo:
- Estoy muy triste porque mi hija Lili salió de casa pela mañana y hasta ahora no la hemos encontrado. Cómo Peter era el que cuidaba de todos en la isla, se comprometió con el Gran Jefe de encontrar a Lili. Con Wendy, Peter Pan buscó a la india por toda la isla hasta que la encontró prisionera del Capitán Garfio, en la playa de las sirenas. Lili estaba amarrada a una roca, mientras Garfio le amenazaba con dejarla allí hasta que la marea subiera, si no le contaba adonde era la casa de Peter Pan. La pequeña india, muy valiente, le contestaba que no iba a decírselo. Lo que ponía furioso al Capitán. Y cuando parecía que nada podía salvarla, de repente oyeron una voz:
- ¡Eh, Capitán Garfio, eres un bacalao, un cobarde!¡A ver si te atreves conmigo! Era Peter pan, que venía rescatar a la hija del Gran jefe indio. Después de liberar a Lili de las cuerdas, Peter empezó a luchar contra Garfio. De pronto, el Capitán empezó a oír el tic-tac que tanto le horrorizaba. Era el cocodrilo que se acercaba dejando a Garfio nervioso. Temblaba tanto que acabó cayéndose al mar. Y jamás se supo nada más del Capitán Garfio.
Peter devolvió a Lili a su aldea y el padre de la niña, muy contento, no sabía cómo dar las gracias a él. Así que preparó una gran fiesta para sus amiguitos, quiénes bailaron y pasaron muy bien.
Pero ya era tarde y los niños tenían que volver a su casa para dormir. Peter Pan y Campanilla os acompañaron en el viaje de vuelta. Y al despedirse, Peter les dijo:
- Aunque crezcáis, no perdáis nunca vuestra fantasía ni vuestra imaginación. Volveré para llevaros a una nueva aventura. ¡Adiós amigos!
- ¡Hasta luego Peter Pan! gritaron los niños mientras se metían debajo de la mantita porque hacía muchísimo frío.

Actividades:

Aquí les dejamos un link sobre el  juego de Peter Pan para que se diviertan mucho. ¡Mucha suerte!



EL FLAUTISTA DE HAMELIN


Cuento: 

Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelin, sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas despensas.
Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga. Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y de las casas, que hasta los mismos gatos huían asustados. Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que veían peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron al Consejo y dijeron: "Daremos cien monedas de oro a quien nos libre de los ratones". Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno, alto y desgarbado, a quien nadie había visto antes, y les dijo: "La recompensa será mía. Esta noche no quedará ni un sólo ratón en Hamelín".Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones, quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del flautista que tocaba incansable su flauta. Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad. Por aquel lugar pasaba un caudaloso río donde, al intentar cruzarlo para seguir al flautista, todos los ratones perecieron ahogados. Los hamelineses, al verse al fin libre de las voraces tropas de ratones, respiraron aliviados. Ya tranquilos y satisfechos, volvieron a sus prósperos negocios, y tan contentos estaban que organizaron una gran fiesta para celebrar el feliz desenlace, comiendo excelentes viandas y bailando hasta muy entrada la noche. A la mañana siguiente, el flautista se presentó ante el Consejo y reclamó a los prohombres de la ciudad las cien monedas de oro prometidas como recompensa. Pero éstos, liberados ya de su problema y cegados por su avaricia, le contestaron: "¡Vete de nuestra ciudad!, ¿o acaso crees que te pagaremos tanto oro por tan poca cosa como tocar la flauta?”. Y dicho esto, los orondos prohombres del Consejo de Hamelin le volvieron la espalda profiriendo grandes carcajadas. Furioso por la avaricia y la ingratitud de los hamelineses, el flautista, al igual que hiciera el día anterior, tocó una dulcísima melodía una y otra vez, insistentemente. Pero esta vez no eran los ratones quienes le seguían, sino los niños de la ciudad quienes, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban tras los pasos del extraño músico. Cogidos de la mano y sonrientes, formaban una gran hilera, sorda a los ruegos y gritos de sus padres que en vano, entre sollozos de desesperación, intentaban impedir que siguieran al flautista. Nada lograron y el flautista se los llevó lejos, muy lejos, tan lejos que nadie supo adónde, y los niños, al igual que los ratones, nunca jamás volvieron. En la ciudad sólo quedaron sus opulentos habitantes y sus bien repletos graneros y bien provistas despensas, protegidas por sus sólidas murallas y un inmenso manto de silencio y tristeza. Y esto fue lo que sucedió hace muchos, muchos años, en esta desierta y vacía ciudad de Hamelín, donde, por más que busquéis, nunca encontraréis ni un ratón ni un niño.


Actividades:

¡Esperamos que te haya gustado el cuento! Ahora te proponemos pintar imágenes del cuento, aquí te dejamos el link: http://www.colorearjunior.com/dibujos-para-pintar-de-el-flautista-de-hamel%C3%ADn-con-las-ratas-sigui%C3%A9ndolo-al-son-de-la-m%C3%BAsica-de-la-flauta-m%C3%A1gica_6157.html

BAMBI

CUENTO


Había llegado la primavera.  
El bosque estaba muy lindo. Los animalitos despertaban del largo invierno y esperaban todo un feliz acontecimiento.
― ¡Ha nacido el cervatillo! ¡El príncipe del bosque ha nacido!― anunciaba Tambor el conejito, mientras corría de un lado a otro.
Todos los animalitos fueron a visitar al pequeño ciervo, a quien su mamá puso el nombre de Bambi. El cervatillo se estiró e intentó levantarse. Sus patas largas y delgadas le hicieron caer una y otra vez. Finalmente, consiguió mantenerse en pie.
Tambor se convirtió en un maestro para el pequeño. Con él aprendió muchas cosas mientras jugaba en el bosque.
Pasó el verano y llegó el tan temido invierno. Al despertar una mañana, Bambi descubrió que todo el bosque estaba cubierto de nieve. Era muy divertido tratar de andar sobre ella. Pero también descubrió que el invierno era muy triste, pues apenas había comida.
Cierto día vio cómo corría un grupo de ciervos mayores. Se quedó admirado al ver al que iba delante de todos. Era más grande y fuerte que los demás. Era el Gran Príncipe del Bosque.
Aquel día la mamá de Bambi se mostraba inquieta. Olfateaba el ambiente tratando de descubrir qué ocurría. De pronto, oyó un disparo y dijo a Bambi que corriera sin parar. Bambi corrió y corrió hasta lo más espeso del bosque. Cuando se volvió para buscar a su mamá vio que ya no venía. El pobre Bambi lloró mucho.
―Debes ser valiente porque tu mamá no volverá. Vamos, sígueme― le dijo el Gran Príncipe del Bosque.
Bambi había crecido mucho cuando llegó la primavera. Cierto día, mientras bebía agua en el estanque, vio reflejada en el agua una cierva detrás de él. Era bella y ágil y pronto se hicieron amigos.
Una mañana, Bambi se despertó asustado. Desde lo alto de la montaña vio un campamento de cazadores. Corrió hacia allá y encontró a su amiga rodeada de perros. Bambi le ayudó a escapar y ya no se separaron más. Cuando llegó la primavera, Falina, que así se llamaba la cierva, tuvo dos crías. Eran los hijos de Bambi que, con el tiempo, llegó a ser el Gran Príncipe del Bosque.
Si por el bosque has de pasear, no hagas a los animales ninguna maldad.

ACTIVIDADES

TE MOSTRAMOS A CONTINUACIÓN ALGUNOS JUEGOS EDUCATIVOS SOBRE EL CUENTO QUE ACABAS DE LEER.

http://www.yodibujo.es/c_24119/juegos-divertidos/juegos-educativos-infantiles/juegos-de-bambi/juego-de-buscar-tambor-el-conejo

LA VACA SOÑADORA


CUENTO INFANTIL:
Había una vez en un campo de Santa Fe una vaca soñadora, que no veía las horas para que pase el tren. Será tal vez, por su aire de grandeza, es que movía su cabeza, para verlo pasar.
Todos los días la misma historia, para ella sería la gloria si algún día pudiera viajar. Conocer Buenos Aires, los teatros y las revistas. Y conseguir alguna entrevista con algún galán de novela, ese hombre que tanto la desvela y lo ve solo por la tele.

Los deseos de los niños

Ella no lo podía fingir tanto nervio que sentía, su televisión. Como soñar no cuesta nada, todas las noches le pedía a su hada que se hiciera realidad.
Por esas cosas del destino o a lo mejor fue respuesta a sus pedidos, es que el tren un día paró, por desperfecto de la maquina y frente al campo se quedó.
La vaca soñadora no lo podía creer y le pidió con tanta fe a su santo San Roque, ¡por favor que hoy me toque! y le inviten a subir. El corazón le latía, mientras se despedía de las demás.
La vaca soñadora
Y así partió la vaca rumbo a la gran ciudad, sentada en soledad por la ventanilla saludaba, a sus amigas le tiraba besitos de despedida, prometiéndoles regresar. Mucho tiempo pasó, nadie supo mas de ella, quizás ya sea una estrella, que triunfa en Buenos Aires y de nosotras se olvidó.
Pero un día el tren paró, en el campo de Santa Fe y no podían creer cuando ella se bajó. Estaba distinta, estaba delgada y de las piernas le colgaba unas cadenas importantes y aunque no era como antes, sus amigas la querían igual y con gran algarabía la salieron a encontrar.
Ya hablaba distinto, hablaba aporteñada, decía que añoraba a sus amigas de la infancia y con tantas ansias volvió a su campo natal.
Contaba con lágrimas en los ojos que no pudo cumplir sus sueños ni antojos y que por caminar en una avenida estuvo presa en Buenos Aires. ¡Esto sí que es vida! ¡Esto es tranquilidad! Aquí en mi campo puedo caminar, aunque arrastrando mis cadenas. No será Buenos Aires, pero sí, es un Aire Distinto, si se vive en libertad.
FIN

RICITOS DE ORO Y LOS TRES OSITOS


A CONTINUACIÓN TE PRESENTAMOS EL CUENTO PARA NIÑOS DE RICITOS DE ORO Y LOS TRES OSITOS.



Había una vez tres osos que vivían en el bosque, Papá oso, mamá osa y el pequeño osito.
Un día Ricitos de Oro se perdió en el bosque y descubrió la casa donde vivían los tres osos.
Cuando los osos no estaban, Ricitos de Oro entró a la casa.
Ricitos de Oro probó la sopa del plato grande. -¡Ay! -gritó-. Esta sopa está muy caliente. Ricitos de Oro probó la sopa del plato mediano. -¡Brrr! Está sopa esta helada -. Ricitos de Oro probó la sopa del plato pequeño. -¡Mmm! Esta sopa está deliciosa. Y se la comió toda.
Después de comer, Ricitos de Oro quiso dormir un poco. Se acostó en la cama grande y dijo: -¡Está durísima! Entonces se acostó en la cama mediana y dijo:-¡Está muy blanda! Por último, se acostó en la cama pequeña. Era tan cómoda que se quedó dormida.
Los osos regresaron a su casa. Papá oso dijo:-¡Alguien ha probado mi sopa!.Mamá osa dijo:-¡Alguien ha probado mi sopa también !El osito dijo:-¡Alguien se ha comido toda mi sopa!
Los tres osos, tristes y hambrientos, decidieron irse a la cama.  Papá oso dijo: -¡Alguien ha dormido en mi cama!-. Mamá osa dijo: -¡Alguien ha dormido en mi cama también!.El osito gritó: -¡Alguien está durmiendo en mi cama!
Ricitos de Oro despertó. Al ver a los osos saltó de la cama y salió corriendo sin parar.

                                                               FIN.


ACTIVIDADES.


1.- ORDENA LAS IMÁGENES SEGÚN A TRANSCURRIDO LA HISTORIA.